En medio de la pandemia causada por el coronavirus, se realizará este año la décima edición del Buen Fin, que por primera ocasión tendrá una duración de 11 días (del 9 al 20 de noviembre) y se espera tenga gran relevancia en el medio digital, pues según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), 4 de cada 10 comercios espera que su canal de venta online crezca más del 50% en este evento.
Y es que, ante las medidas sanitarias implementadas por covid-19, las compras por internet han tenido un crecimiento notable, el cual ya se esperaba que se diera, pero en algunos años más. El distanciamiento social obligado ha hecho que los canales digitales, como las tiendas en línea y las redes sociales, sean más visitadas y utilizadas para adquirir productos y servicios.
Por supuesto, esto ha provocado que los consumidores vivan otras experiencias de compra y descubran las ventajas de comprar en línea: hay mayor seguridad (algo que debe estar de la mano de la seguridad en cuanto a los datos de los compradores) y comodidad (las opciones de pago son varias y la compra puede llegar a tu casa o puedes recogerla en sucursal).
Por esto, no es raro que se estime que alrededor del 60 por ciento de los consumidores que han probado el comercio electrónico piensan seguir usando este canal.
¿Preparado para el Buen Fin?
Al inicio de la pandemia, se hizo evidente que los negocios que aún no contaban con la atención y venta por algún medio digital debían implementarlo, pues durante un tiempo fue de la única manera en que pudieron operar (pues los puntos de venta físicos permanecieron cerrados).
Las empresas que decidieron adaptarse a esta nueva normalidad ya tienen una ventaja en el Buen Fin, pues han considerado las redes sociales o las tiendas en línea para que los consumidores se acerquen a conocer sus promociones y puedan hacer las compras sin tener que salir de casa.
Sin embargo, el éxito en las ventas online no sólo consta de ofrecer una página de comercio electrónico con un portafolio de productos y promociones. Las empresas deben prestar una buena atención al cliente, hacer que la experiencia de compra sea sencilla y grata. Y más, por supuesto, en un momento como el Buen Fin.
Para que esto se logre, los negocios deben cuidar los siguientes aspectos:
- Seguridad de los datos de los clientes.
- Ofrecer distintas opciones de pago.
- Que la página de comercio tenga un proceso de venta sencillo, para que el consumidor no se confunda.
- Atención al cliente para responder dudas sobre promociones, pedidos, etcétera.
- Contar con la opción de rastreo de pedido.
- Dar al comprador claramente los términos, condiciones, cargos adicionales, costos y formas de pago de los bienes y servicios.
- Mejorar los tiempos de entrega de pedidos y la calidad con la cual se realizan.
Por el contrario, los negocios que no han logrado adaptarse a esta manera de consumo están en desventaja, porque si bien la venta física no desaparecerá, sí sufrirá una caída.
El año pasado, las ventas de e-commerce durante el Buen Fin representaron alrededor de 11% del total de ventas; para esta edición, se espera que las ventas online alcancen un 30% de participación.
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