El dinero sigue sin alcanzarte… lo más seguro es que hayas hecho de ciertos errores en finanzas personales tus hábitos, y eso esté provocando que el dinero controle tu vida; es decir, que siempre estés preocupado porque el dinero no te alcanza y porque continúas acumulando deudas.
El primer paso para salir de este problema es identificar qué estás haciendo mal para echar a andar algún plan de acción que te ayude a mejorar en la administración de tu dinero.
Gastas más de lo que ganas
Es lo elemental en cuanto a finanzas personales, porque si gastas más de lo que ganas lo único que seguramente generarás son deudas. Planear siempre los gatos es fundamental para saber con cuánto dinero dispones.
También siempre planea tus gastos conforme al dinero con el que ya dispongas, no tomes en cuenta aquél que no es seguro: algún bono que te hallan prometido en tu trabajo o el pago de un préstamo que hiciste.
No ahorrar ni invertir
El dinero no crece mágicamente ni se multiplica por tenerlo debajo del colchón.
Una de las cosas que debes tener en cuenta es ahorrar y que esto sea una asignación fija dentro de tu presupuesto; pero si al ahorro le añades la inversión, obtendrás aún mucho más.
No te conformes con ahorrar y tener una sola fuente de ingresos: invierte tu dinero en algo que lo haga trabajar y te dé rendimientos (fondos de inversión o, por qué no, un negocio).
No tener objetivos financieros
Quizá éste sea el motivo por el que muchos gastan, gastan y gastan. Solamente gastan por gastar, porque no tienen un plan para saber qué hacer con el dinero que obtienen.
Te dará más tranquilidad el planear y establecer metas para trazar un plan financiero que te permita alcanzarlas conservando tu bienestar económico. Si tienes claro qué tipo de vida deseas tener y cuáles son los objetivos que te gustaría cumplir, orienta tus esfuerzos hacia ello.
Mantener gastos innecesarios
La suscripción a una plataforma de entretenimiento que casi no usas o las compras de artículos que se te han vuelto un hábito, pero que en realidad no necesitas o puedes ahorrarte (dulces, café, snacks, comidas continuas en restaurantes…) merma tus finanzas de poco a poco.
Identifica qué ya no utilizas o qué verdaderamente no te es necesario y erradícalo de tus gastos.
No planificar para el retiro
No todo es eterno en esta vida… y sí, tampoco lo es tu situación financiera. En algún momento, tendrás que dejar de trabajar y estar preparado para cualquier situación inesperada.
Tener y alimentar tanto un fondo de emergencia como un fondo para tu retiro podría ser un alivio al momento de tu jubilación.
Hacer de las tarjetas de crédito una forma de vida
Tienes una línea de crédito alta y dices ¿por qué no? Desde ahí ya cometiste un error, porque lo más seguro es que termines gastando más de lo que ganas.
Lo mejor para evitar la trampa de las tarjetas de crédito es utilizarlas para realizar compras planeadas y que sepas que eres capaz de cubrir… Recuerda: la cantidad con la cual dispones en tu tarjeta no es tuya, es sólo un préstamo que te hace la entidad financiera y deberás pagarlo.
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