Una empresa familiar es aquella que pertenece y es administrada por los miembros de una familia, quienes desempeñan un determinado rol dentro de la organización.
En México, las empresas familiares son de gran relevancia para la economía, puesto que de alrededor de 5 millones de empresas registradas en el país, 83% son familiares, esto según la “Radiografía de la empresa familiar en México”, un estudio realizado en 2017 por profesores de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
Mucho se ha hablado de las acciones que deben llevar a cabo este tipo de negocios para sobrevivir, y más cuando hay un cambio de generación; sin embargo, en esta ocasión enlistaremos las ventajas que tienen.
Están más enfocados a sus clientes
Como la mayoría de los negocios familiares son pequeños, suelen poner más atención a sus clientes y proporcionarles un trato personalizado. Están al pendiente de sus necesidades y buscan la mejor forma de satisfacerlas. Esto es una ventaja competitiva frente a las grandes corporaciones que no pueden darse el lujo de dar esta clase de atención.
Toman decisiones más rápido
Las empresas familiares pueden tomar decisiones rápidas, sin burocracia, sobre la marcha, ya sea para adelantarse a los posibles deseos de los clientes o para reconquistarlos. Esto no pasa en las grandes empresas, en las que se deben pasar controles administrativos y papeleo, lo cual puede hasta frenar una buena iniciativa.
Hay confianza y complicidad
Esto sucede porque se conoce de primera mano los valores del negocio y la personalidad tanto de quienes están al mando como de quienes están en otros puestos de menor responsabilidad.
Se ponen la camiseta
Se vinculan verdaderamente con el proyecto empresarial. Los miembros del equipo de un negocio familiar luchan por el mismo éxito económico, social y familiar; por eso, están dispuestos a dar todo cuando sea necesario. Y es que para la familia no es sólo un negocio, es un legado.
Son más detallistas
Tanto en las instalaciones como en los servicios, los niveles de control de los detalles son mayores, porque casi siempre es el propio fundador (o fundadores) el que cuida y rectifica cualquier aspecto, puesto que lo ven como parte de su trabajo y de su persona.
Existe mayor estabilidad laboral y directiva
Primero, hay mayor estabilidad laboral para empleados y directivos, pues por lo general se desarrollan vínculos de amistad, que permiten crear un buen ambiente laboral.
También la estabilidad en quien dirige el negocio es otra ventaja, puesto que permite establecer una estrategia alineada a los valores y visión del fundador.
La personalidad del propietario hace la diferencia
Si el propietario tiene una personalidad o popularidad positivas, puede que les ayude a conseguir más clientes y a ganarse su confianza.
Tienen una cultura propia bien definida
Casi siempre su dirección se da por valores, lo cual fomenta un estilo de ser y de trabajo en equipo que todos conocen y ponen en práctica. Esto es difícil de lograr en las grandes empresas por la gran cantidad de empleados y directivos.
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