¿Cómo sobrevivir a ser mi propio jefe?

Ser trabajador independiente

¿Cómo sobrevivir a ser tu propio jefe? Cada vez es más común escuchar que las personas deciden ser trabajadores independientes (autoempleo) o que deciden emprender su negocio. En México, hasta el tercer trimestre del 2021, había 15.1 millones de trabajadores independientes, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI.

Las razones por las cuales estos trabajadores deciden convertirse en sus propios jefes son varias:

  • No les agrada tanto el trabajo que hacen o el ambiente laboral en el que se desempeñan
  • Sienten que la empresa en la que colaboran no los valora lo suficiente
  • Quieren lograr un mejor equilibrio entre su vida profesional y personal, lo que es difícil con horarios poco flexibles
  • Buscan mejorar algo de su campo laboral y su lugar de trabajo no los apoya
  • Evalúan y se dan cuenta que trabajando por su cuenta les iría mejor
  • O simplemente no encuentran un empleo y recurren a la opción de autoemplearse.
Pero aunque suena muy tentador el no tener que rendirle cuentas a un gerente o director, o acomodar tu horario como se te dé la gana, el ser tu propio jefe no es algo fácil. Si no pones atención a tus clientes, por ejemplo, puedes terminar arrepintiéndote de tu decisión.

¿Cómo sobrevivir a ser tu propio jefe? Aquí te dejamos algunas recomendaciones.

Prepárate para ser más responsable

El ser tu propio jefe debe volverte más responsable porque necesitarás poner más atención a tareas que antes pasabas por alto. Por ejemplo, deberás tener más control de tus finanzas personales para no despilfarrar todo tu dinero como lo hacías cada quincena y tendrás que recordar o llevar una agenda de tus citas porque lo que menos quieres es quedar mal con un cliente. Ya no hay compañeros de trabajo o jefes que te recuerden tus pendientes.

Aprende lo más que puedas

Cuando comienzas un negocio o te autoempleas, rápidamente te das cuenta de que no tienes varias habilidades que ahora sí necesitas, por lo que tendrás que aprenderlas y lo más rápido. Por ejemplo, quizá necesites desarrollar tus talentos para vender o hacer relaciones públicas, conocer de mercadotecnia, redes sociales, planeación, administración, entre otros.

Adminístrate

Debes de conocer muy bien tus gastos fijos, tanto personales como los generados por tu ocupación, para que elijas tus proyectos. Recuerda que no sólo se trata de conseguir clientes, sino también de gestionar gastos. Ten en cuenta que de un mes a otro puede que tus ingresos disminuyan porque un proyecto terminó y no has comenzado uno nuevo. Recuerda que ya no cuentas con la misma estabilidad de un asalariado.

Organízate

Prioriza tus labores y asigna un tiempo específico para cada una de ellas, de lo contrario, te resultará imposible cumplir con las exigencias de los clientes: reuniones, facturas, entregas urgentes, adelantos de trabajo, etc.

Paga tus impuestos

El trabajo no se termina con cobrar y ya. Debes cumplir con tus obligaciones fiscales: facturar, llevar tu contabilidad, realizar tus deducciones, hacer pagos y hacer tus declaraciones.

Si te interesa conocer más acerca de opciones para ser tu propio jefe, da clic:

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