¿Falto de inspiración? ¿Cansado de toda una semana de andar para arriba y para abajo resolviendo problemas? Sí, nadie dijo que el echar a andar un negocio propio fuera fácil; pero recuerda: siempre hay que darse un tiempo para descansar y retomar al aliento.
Y qué mejor que tomarse un descanso viendo una serie de la que puedas aprender sobre negocios y liderazgo. Poder, estrategia, traiciones, alianzas, manipulación y hasta algo de comedia encontrarás en estas series disponibles en Netflix.
House of Cards
¿De qué va? Francis Underwood es un político del partido demócrata que busca, sin importar cuál sea el precio y sobre quién tenga que pasar, alcanzar los más altos puestos en la esfera política de Washington.
A su lado siempre está su esposa Claire, quien en la última temporadas de la serie, se ha convertido en la primera presidenta de los EUA.
¿Por qué verla? Si quieres aprender de negociación, estrategia y liderazgo, ésta es la serie indicada. Por cierto, destaca bastante la enseñanza de: “La información es poder”.
Billions
¿De qué va? Chuck Rhoades, un importante y famoso fiscal de Nueva York, es asignado a un caso relacionado con uso de información privilegiada, en el que está implicado el millonario Bobby Axelrod, un empresario dedicado a negocios de todo tipo.
Su gran influencia sobre la opinión pública y los fondos de inversión privados de la Gran Manzana, hacen ver a Axelrod como intocable; sin embargo, a Rhoades eso no lo intimida.
¿Por qué verla? Las lecciones que da esta serie son múltiples y entre ellas están: la importancia de la reputación de una empresa, lo necesario que es conocer a tu competencia, la trascendencia de contar con colaboradores más inteligentes que tú, la influencia de la psicología en las finanzas.
Suits
¿De qué va? Mike Ross, un joven brillante que nunca terminó la universidad, impresiona a un importante abogado de Nueva York, Harvey Specter, quien decide contratarlo en su bufete.
¿Por qué verla? Porque recuerda muchas de las cualidades que debe tener un emprendedor: resiliencia, tendencia a la toma de riesgos para lograr grandes metas y una visión que permita ver cómo un problema puede ser resuelto de diferentes maneras.
Peaky Blinders
¿De qué va? Años 20, Birmingham. Thomas Shelby, el protagonista de la historia, lidera una conocida banda. Su objetivo: conseguir, tanto para él como para su familia, un puesto de gran importancia en la vida criminal de Gran Bretaña.
¿Por qué verla? A pesar de ser un criminal, Thomas Shelby es un personaje que destaca por su liderazgo e inteligencia. Sus enseñanzas: define claramente tus metas y mantente firme para alcanzarlas; no subestimes a tus enemigos o competencia; si de verdad quieres ganar o lograr un cambio, es necesario que te esfuerces y hagas sacrificios… el éxito cuesta.
Breaking Bad
¿De qué va? Walter White, un profesor de química de secundaria con cáncer terminal, se asocia con un antiguo estudiante, Jesse Pinkman, para asegurar el futuro de su familia. ¿El negocio en cuestión? Producción y venta de metanfetamina.
¿Por qué verla? Aunque el negocio de White no es el más “limpio” del mundo, hay algunas lecciones que rescatar en ese crecimiento que, a lo largo de la serie, el personaje tiene: un buen producto no basta para triunfar, la utilidad de un socio y el momento en que es necesario disolver la sociedad, y la importancia de saber cuándo crecer el negocio y cómo hacerlo, porque a veces lo mejor es recurrir a otros con más experiencia y capacidad.
Girlboss
¿De qué va? Una serie un poco más desenfadada que las anteriores. Esta comedia está basada en el best seller autobiográfico de Sophia Amoruso, quien creó su propio imperio online, Nasty Gal, y aprendió a ser la jefa.
¿Por qué verla? Prácticamente te enseña el camino que muchos emprendedores deben seguir para lograr el éxito y todas las dificultades que pueden salir. Errores, aciertos, conflictos, éxitos, fracasos, momentos de reinvención… Pero lo más importante es la idea de centrarse en lo positivo para que más momentos positivos lleguen a tu vida. Y no, las cosas no se dan por suerte, sino por los esfuerzos que tú mismo haces.
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