3 habilidades que debe tener todo emprendedor exitoso

Las historias sobre emprendedores abundan; historias en las que, pese a los obstáculos, las personas logran sacar adelante una idea de negocio que los lleva al éxito.

Muchas de ellas nos inspiran a querer seguir el camino del emprendedor y varios son los que deciden seguirlo. Algunos de ellos logran alcanzar la meta y otros se desaniman con el primer fracaso y buscan virar hacia otro lado.

Y es que el echar a andar un negocio propio no es nada fácil: además de que el emprendedor tiene que aprender muchas cosas, estar enfocado en sus objetivos y permanecer atento para aprovechar las oportunidades, debe rodearse de las personas correctas para crecer.

A veces, el primer intento puede ser fallido; pero eso no significa que el segundo, el tercero o hasta el cuarto lo sean, pues depende de cada emprendedor el número de intentos que esté dispuesto a hacer y cómo llevarlos a cabo.

Una pregunta recurrente en cuanto a este tema es: ¿qué se necesita para triunfar con un emprendimiento? Las respuestas son varias y no hay una correcta; pero en este caso, te comparto la de Anahí Marín, una empresaria mexicana que ha rebasado fronteras con sus ideas, carisma, talento y perseverancia.

Es fundadora de Trazendia, cuenta con más de 10 años de experiencia en negocios internacionales y proyectos de impacto social. Concluyó su gestión en Desarrollo de Emprendedores (DESEM), donde apoyó a más de 6,000 emprendedores y mipymes. Además, es Global Shaper de Aguascalientes y ha participado en eventos en el Foro Económico Mundial.

Éstas son las habilidades que ella considera son indispensables para todo emprendedor, sea cual sea el sector o actividad a la que se dedique.

Flexibilidad

Adáptate a las tendencias y a todos los retos que la vida te va poniendo. No te cases con la idea de que las cosas se hacen de tal forma y ya, porque si haces esto, lo más seguro es que tu negocio no sobreviva.

Piensa en el confinamiento que se vive debido al coronavirus… sería muy poco inteligente no adaptarse a todos los cambios que se están dando y querer seguir haciendo las cosas tal y como se han hecho siempre.

Si no eres flexible, no aprovechas las oportunidades y no creces.

Ser aplicado

Si no conoces sobre algún tema (administración, organización de negocios, logística, redes sociales, contabilidad, gestión de personal…), investiga y busca cómo llenar ese vacío.

Pregunta a expertos; consíguete un mentor; asiste a cursos, talleres; lee libros… Y no pongas de excusa el dinero, ya que en la actualidad existen muchas opciones gratuitas o de bajo costo.

Recuerda que una de las mejores inversiones que se pueden hacer es la de adquirir conocimiento y desarrollar nuevas habilidades.

Rápido en ejecución

Ya tienes en mente tus objetivos: realizar determinado número de ventas a la semana, prospectar, hacer una reunión con tu equipo de trabajo, negociar con un proveedor para obtener un mejor precio… ahora, establece una fecha de ejecución y hazlo. No te paralices y dejes los pensamientos como pensamientos: ejecútalos.

Promociónate en redes sociales, cobra, ve por tus clientes, asiste al curso, reúnete con tu equipo; porque si no lo haces, puede que alguien se te adelante.

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