Emprender con la pareja no es para todos. Para muchos, el simple hecho de pensar que no sólo compartirán el hogar y las decisiones familiares, sino también todo lo relacionado con un negocio, asusta y les arranca un tajante “no, eso no es para mí”.
Sin embargo, hay otras parejas que les ha funcionado muy bien esta dinámica de trabajo: han logrado alinear sus carreras y adoptar estilos de trabajo que se ajusten con la forma de pensar y actuar de cada uno.
Aquí te compartimos 3 parejas emprendedoras que apostaron por Lebasi y que han logrado crecer por medio de la venta directa de este producto 100% natural. Son 3 equipos que motivan al emprendimiento.
Emma y Carlos
Llevan aproximadamente 16 años distribuyendo el lactoserum suizo Lebasi, actividad que representa para ellos el contar con un ingreso extra, lo cual les ha dado una mayor tranquilidad económica.
El matrimonio tiene clientes ya de muchos años, que no han dejado de consumir el producto desde la primera vez que se los ofrecieron. El estar al pendiente de cada uno de esos consumidores, quienes de verdad confían en Lebasi, es algo que caracteriza el servicio y la atención de esta pareja de empresarios.
“Porque siempre hemos sido equipo. En todos los negocios que hemos tenido siempre hemos sido equipo; cuando teníamos las discotecas (tiendas de discos) y cuando teníamos el abarrote, éramos equipo. Tenemos cualquier cosa y trabajamos juntos, así ha sido toda la vida”, cuenta Emma sobre su experiencia.
Además, explica que Lebasi es un negocio que sí deja, pero como cualquier otro hay que esforzarse para obtener ganancias. “Sí nos ha dado satisfacciones: lo movemos, ganamos; no lo movemos, pues no ganamos, así son las ventas […] Sí nos ayuda, pero nosotros ya no hacemos planes para hacerlo crecer más o ya no le metemos mucho, porque ya a nuestra edad la fuerza no nos da (Emma cuenta con 79 años y Carlos con 89)”.
Virginia y José Antonio
Fue hace 16 años que Lebasi llegó a la vida de Virginia y José Antonio, y fue ella quien inició a venderlo, tras ver cómo el alimento le ayudó a mejorar su estado de salud, el cual no era el mejor después de haber padecido un accidente.
Cuando ella empezó a recomendarlo motivada por su mejoría, su esposo, que es médico, se interesó en el producto y así fue cómo ambos iniciaron a crecer juntos en el negocio. Mientras que Virginia lo vende en su tienda naturista, José Antonio lo implementa en sus tratamientos médicos, pues el lactoserum suizo ayuda a que los pacientes tengan una buena nutrición, lo cual repercute positivamente en su salud.
Y aunque ambos tienen a Lebasi como una fuente de ingresos extra, mencionan que les ha ayudado a sumar a su economía para que ésta sea más favorable.
Además, de entre las ventajas de este negocio, lo que más le llamó la atención a Virginia es el seguimiento y asesoría que el corporativo Lebasi les da para desarrollar su negocio:
“Nos brindan capacitaciones, revistas, publicidad. Tienen el cuidado de enseñarnos y capacitarnos, de tener esa atención para que avancemos económicamente y en conocimiento; es muy bueno el dominar el producto: qué hace, qué contiene. Y todo esto nos lo dan profesionales, como nutriólogos, no es cualquier persona la que nos capacita”.
A lo dicho por su esposa, José Antonio agrega que: “No nos están fregando con eso de alcanzar metas o de vender más, no nos molestan. Nosotros compramos nuestra caja y vendemos”.
El caso de Israel
Hace 3 años que Israel y su esposa apostaron por iniciar un negocio con Lebasi, decisión que cambiaría por completo su vida, pues terminó modificando su dinámica familiar, la cual la había hecho un poco lejana por la profesión de Israel.
“Yo me dedicaba a la música antes, duré 15 años en eso. Viajaba mucho con la agrupación en la que estaba, hacíamos giras, así que yo no estaba mucho en mi casa.
Antes de iniciar el negocio con Lebasi, yo le había prometido a mi mujer que si encontraba otra forma de ganarme el mismo dinero que ganaba como músico, dejaría la música y me dedicaría a eso que encontrara. Pues esa oportunidad llegó con Lebasi”.
Cuando él no estaba debido a sus giras, su mujer se encargaba del recién iniciado negocio con Lebasi. Al ver que los clientes crecían y que su esposa debía dedicarle más tiempo y esfuerzo al negocio, Israel abandonó su profesión como músico para meterse de lleno a este proyecto que él y su esposa habían arrancado.
Además de las buenas ganancias que él y su familia han logrado, Lebasi le permitió a cambiar por completo su estilo de vida y pasar más tiempo con su esposa y sus hijos.
“Mi esposa y yo somos un equipo. Este negocio me permitió pasar más tiempo con mi familia, porque yo ya estaba cansado de tantas giras y de estar lejos de mi casa.”
Aquí te compartimos 3 parejas emprendedoras que apostaron por Lebasi y que han logrado crecer por medio de la venta directa de este producto 100% natural.
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