Tips para empezar a ahorrar

En ocasiones, lo más difícil de ahorrar dinero es empezar y más cuando nos ponemos un montón de excusas para iniciar a hacerlo. Una de las más recurrentes es que no se tiene el dinero suficiente para hacer un ahorro; sin embargo, esto puede resolverse con un poco de organización.

Para que por fin te decidas a comenzar a ahorrar, te compartimos algunos consejos que te ayudarán a alcanzar todas esas metas que tienes en mente.

Registra tus gastos

Lo primero que hay que hacer para ahorrar es saber cuánto gastas. Haz una lista de todos los gastos que tienes en un determinado periodo (de preferencia, al mes). Anota día por día cada gasto que se genere y la cantidad, no te olvides de esos pequeños gastos que se van sumando: el café de la mañana, los artículos personales o del hogar que a veces compras, las propinas que dejas cuando sales con tus amigos…

Una vez que tengas esa lista, separa los gastos por categoría: gasolina, compras del supermercado, servicios, etc.; y obtén el total de cada uno. También puedes ir diferenciando aquellos gastos frecuentes y que son una necesidad (como la renta, los servicios, los alimentos) de aquellos que son simplemente deseos (como la blusa o el pantalón que recientemente adquiriste).

En esta tarea, puede ayudarte el tener una app o programa de finanzas personales.

Define cuánto ahorrarás

Cuando ya sepas cuánto gastas mes con mes, puedes empezar a organizar tus gastos y establecer un presupuesto con el cual puedas vivir. Esto te ayudará a planear en qué gastas y a limitar esos gastos excesivos (y que muchas veces se hacen por impulso).

De esta manera, podrás fijar una cantidad de ahorro adecuada a tus ingresos y gastos. Se recomienda que se trate de ahorrar del 10 al 15 por ciento de los ingresos.

Recorta gastos

Si te das cuenta de que tus gastos son tan altos que no puedes ahorrar como quisieras, contempla la posibilidad de recortar gastos. Identifica cuáles de tus gastos no son esenciales para que los elimines o reduzcas.

Por ejemplo, en el caso de las suscripciones o membresías que tengas vigentes, revisa si verdaderamente las usas; y en el caso de las salidas a comer fuera, busca que sólo sea una vez al mes, para que tu bolsillo no se vea tan castigado. También cuando estés a punto de comprar algo, date un tiempo para reflexionar y establecer si lo necesitas o sólo es un deseo.

Establece metas de ahorro

Establecer metas u objetivos para no andar sin rumbo fijo también es bueno para el ahorro. Piensa para qué quieres ahorrar (un auto, vacaciones, jubilación, una casa), decide cuánto dinero y cuánto tiempo te puede tomar ahorrarlo.

Todas esas metas pueden ser alcanzadas a corto (vacaciones, muebles nuevos, automóvil) y largo plazo (jubilación, educación de los hijos), y también es conveniente separarlas de esa manera.

Asegúrate de tener en mente los objetivos a largo plazo, ya que hay rubros muy importantes que no se pueden dejar en segundo plano, como es el caso de la jubilación.

Además de esto, es bueno saber priorizar las metas: no hay que dejar en último sitio un objetivo que en un corto tiempo vaya a tomar relevancia, por ejemplo, puede que valga más ahorrar primero para la remodelación de la casa (porque quizá hay un desperfecto que puede causar problemas) que para unas vacaciones.

Elije las herramientas de ahorro adecuadas

Sean metas a corto o largo plazo, la mejor idea de guardar los ahorros no es debajo del colchón. Dependiendo del objetivo que se persiga, será el producto o herramienta de ahorro que se utilice.

En el caso de metas a largo plazo, como es la jubilación o la educación, hay que considerar los planes o cuentas individuales para el retiro, o los fondos de ahorro educativos que muchas entidades financieras ya ofrecen. Esto porque dan mejores rendimientos que otro tipo de productos.

Si es a corto plazo, hay que usar cuentas de depósito aseguradas, tales como: cuentas de ahorro o certificados de depósito.

Obviamente, antes de contratar cualquiera de estos servicios, hay que revisar si verdaderamente son lo que se busca y dan los mejores beneficios. Revisa cuidadosamente todas las opciones y considera aspectos como saldos mínimos, cargos y tasas de interés, para que elijas los productos que mejor te ayudarán a ahorrar.

Considera los ahorros automáticos

Esto facilita bastante el ahorro porque tú eliges cuándo, cuánto y a dónde se transfiere tu dinero automáticamente, así que tus ahorros pueden ir a la cuenta destinada incluso antes de que pienses en gastarlos.

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