Qué son los gastos hormiga y cómo evitarlos

El café de la mañana, los cigarros, las golosinas, las galletas, las propinas, el sándwich que compraste para matar el hambre, la gasolina que gastaste para ir a un lugar al que bien pudiste llegar a pie…

Los llamados gastos hormiga son esos pequeños gastos diarios que parecen casi invisibles, pero que pueden repercutir en la economía personal.

Hay que tener en cuenta que los gastos hormiga se hacen de forma frecuente: un gasto mínimo aislado no tiene grandes repercusiones en la economía individual, el problema se da cuando ese gasto se convierte en un hábito de consumo (por ejemplo, comprar diario un café y un pan), porque con el tiempo la suma de esas cifras acumuladas puede dar como resultado una cantidad sorprendente.

Imagínate: si de lunes a viernes vas al gimnasio y compras una botella de agua que cuesta 15 pesos, a la semana son $75 pesos, al mes son $300 pesos y $3,600 pesos al año. Quizá en tu caso no es una botella de agua, sino unos cigarros, unas papas, un café, el desayuno de todas las mañanas… No importa lo que sea, el caso es que es un gasto mínimo que haces de forma frecuente.

Los gastos hormiga pueden reducirse y hasta evitarse (la botella de agua, por ejemplo, puede ser sustituida por un recipiente que rellenes), y para que lo logres, te compartimos algunos consejos:

Identifica

Hay algunos pequeños gastos que son más fáciles de localizar y reducir: las suscripciones a plataformas o servicios que ya no se usan, snacks o cafés… pero hay otras que son más difíciles de ubicar.

La Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) menciona los intereses que se generan cuando se retrasa o se incumple una mensualidad o las comisiones por tarjetas. También los servicios del hogar: hay que revisar las condiciones de la compañía telefónica que se tiene contratada, tu tarifa de datos, tu factura de luz, tu seguro de coche…

Organiza

Si tu situación financiera lo permite, no será necesario que te deshagas de todos los gastos hormiga. En tu presupuesto mensual, si te es posible, puedes establecer una cantidad para esos pequeños gastos, la cual sea parte de tus gastos personales. Obviamente, debes respetar la suma establecida y no gastar de más.

Localizados los gastos hormiga debes…

  • Evitar comer fuera (lo más posible) y apostar más por preparar tus propios alimentos.
  • Además de cocinar, busca qué otras cosas puedes hacer tú mismo: lavar tu auto, lustrar tus zapatos, lavar y planchar tu ropa, etc.
  • Siempre que salgas de compras lleva una lista para evitar los caprichos.
  • Infórmate de las opciones sostenibles de transporte y si existen bonos que reduzcan su precio (un auto implica muchos gastos).
  • Revisa los servicios contratados y analiza si se están usando. También comprueba si no hay opciones de ahorro en este caso.
  • Reduce las salidas nocturnas y si sales, arma un presupuesto… Y sí, no gastes más de lo que planeaste.

Establece metas que te motiven

Puedes convertir ese capricho en algo mayor: unas vacaciones, un coche nuevo o una forma de liquidar tus deudas.

Hacer que ese gasto hormiga pase a ser un ahorro para conseguir algo mucho más grande, puede motivarte a realizar ese esfuerzo, el cual puede que te cueste un poco.

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