Inicia la jornada de trabajo y cuando menos lo piensas ya es hora de irse… Y aunque has tenido todo el día, no has podido acabar con tus pendientes y eso te estresa. Seguramente alguna vez te ha sucedido esto, lo malo es cuando la situación se repite constantemente.
Trabajar tiempo extra es beneficioso para ti y la empresa cuando realmente es necesario, pero hacerlo todos los días habla de una falta de organización personal y corporativa. Por supuesto, antes de querer hacer cambios en toda la empresa, debes empezar por ti mismo.
Descubre cómo sacarle el máximo provecho a tus horas laborales aplicando los siguientes consejos para mejorar la organización:
Planifica tus actividades diarias
Esto es una actividad a la que le puedes dedicar unos minutos (de 15 a 30), pero valdrá la pena. Puedes realizarla con un día de anticipación, es decir, planear las tareas del día siguiente, o puedes hacer tu lista de actividades de esa jornada antes de iniciar con el trabajo. Como mejor te acomode.
Esto te permitirá priorizar con certeza y avanzar en los temas que realmente son importantes. Además, si lo vuelves un hábito, mejorará tu visión global sobre tus tareas y serás capaz de anticipar situaciones difíciles o identificar nuevas tácticas para mejorar tu desempeño.
Lleva una agenda
Además de especificar tus tareas diarias, es necesario que tengas en cuenta los eventos que sean previamente programados y para eso te servirá tener una agenda. Ya sea física, virtual o unos simples recordatorios programados en tu teléfono. De esta manera, no se te pasará nada… aunque queda en ti llevarlo a cabo.
Atiende un tema a la vez
El querer ser multitareas no ayuda mucho a la organización, de hecho, puede resultar que te detenga más de lo esperado en eso de cumplir tus objetivos. Si sólo te enfocas en una sola cosa a la vez, la terminarás más rápido y, lo más seguro, evitarás distracciones, más si te guías por tu agenda de trabajo.
Ve primero por lo más difícil
Cuando inicias tu jornada laboral, tus niveles de concentración son mejores y tienes más energía; así que si inicias con los temas más difíciles, los resolverás con mayor rapidez y efectividad.
Y es que si dejas todo para el final, te arriesgas a cometer errores por no estar en tus mejores condiciones físicas y mentales.
Dale un espacio al descanso
En tu planificación debe haber espacio para el descanso, porque tu cuerpo y tu mente necesitan pausas para recuperar energía.
Pero descansar no es sinónimo de perder el tiempo. Puedes leer noticias o un libro durante unos 15 o 20 minutos, tomar un café para despejarte, salir a caminar unas cuadras o charlar con alguien. Sólo ten en cuenta: no abuses de las pausas y no interrumpas el trabajo de otros.
Ordena tu lugar de trabajo
Es imposible ser eficiente y productivo si tu entorno está tan desordenado que ni siquiera te permite encontrar un archivo que necesitas o una simple pluma para anotar algo.
Un espacio ordenado, y esto compete tanto a tu escritorio como a tu computadora, facilita tu desempeño y hasta estimula tu creatividad.
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