5 consejos para que no tires la toalla como emprendedor

El camino del emprendimiento no es fácil, hay que sacrificar muchas cosas; pero si de verdad es eso lo que quieres en la vida, hazlo. Cuando ya tengas muy bien definido el tipo de negocio que quieres iniciar, debes enfocarte en el desarrollo de tu idea para que cobre vida, se mantenga y logre crecer.

Como todos los comienzos, el echar a andar un negocio propio no es sencillo y causa miedo, pues el fracaso puede estar esperándote a la vuelta de la esquina… Pero también puede que el éxito sea lo que esté esperándote, y para que lo logres, Anahí Marín nos compartió algunos consejos para que no tires la toalla a medio camino.

Ella es una empresaria mexicana que ha rebasado fronteras con sus ideas, carisma, talento y perseverancia. Es fundadora de Trazendia, cuenta con más de 10 años de experiencia en negocios internacionales y proyectos de impacto social. Concluyó su gestión en Desarrollo de Emprendedores (DESEM), donde apoyó a más de 6,000 emprendedores y mipymes. Es Global Shaper de Aguascalientes y ha participado en eventos en el Foro Económico Mundial.

1- Invierte tu tiempo en aquello que sume a tu proyecto

Cuando estés armando tu agenda, no dejes que cualquier cosa entre en tus días, en tus horarios. Enfócate en que tus actividades y en que la gente con la cual entres en contacto sumen a tu proyecto.

Así que, deja para después todo eso que te distrae y realiza actividades, aprende cosas y reúnete con personas que abonen a eso que quieres conseguir, a ese propósito que como emprendedor te han definido.

2- Ve obstáculo por obstáculo

Enfócate en combatir obstáculo por obstáculo, ve uno por uno. No te fijes en que para alcanzar la meta de tu emprendimiento tienes que brincar 15 o 20 obstáculos, simplemente ve al que tienes de forma inmediata y resuélvelo; aparece otro, soluciónalo; otro más, encuentra cómo sortearlo. De esta manera, tu camino como emprendedor se hace más fácil, te enfocas y evitas que te dé ansiedad por estar pensando en el resto de los problemas que todavía tienes que resolver.

Si tu objetivo en un día o en una semana es vender un determinado número de productos, enfócate en eso y no pienses en otro reto más; ya después tendrás tiempo para ir por más.

Un problema a la vez, una solución a la vez… algo que también puedes aplicar en otros aspectos de tu vida.

3- Capacítate

Si desconoces algo acerca de tu negocio, quieres desarrollar nuevas habilidades o simplemente quieres ampliar esos conocimientos que ya tienes, capacítate para que te sientas más preparado.

Y si piensas poner de excusa el no tener suficiente dinero para hacerlo, busca opciones gratuitas, las cuales ya abundan en estos tiempos: cursos, talleres, webinars, artículos en internet…

Así que, aplícate: si no conoces algo, investiga en internet, libros; pregunta a gente que conozcas y que sepa sobre el tema. No te quedes con ese vacío.

4- No tengas miedo

Cuando pierdes el miedo, dejas de verte chiquito; cuando piensas que puedes competir con los mejores, es más difícil que algo te detenga.

El miedo lo único que provoca es que te paralices, y cuando estás emprendiendo, esto es lo peor que te puede pasar. Cree que eres capaz de hacerlo, porque lo peor que puede sucederte es que no realices nada por miedo al fracaso.

Ten en cuenta que también los errores y las equivocaciones están permitidos.

5- Confía en tus capacidades

Esto está muy relacionado con el punto anterior. Cuando pierdes el miedo y confías en ti mismo, eres capaz de alcanzar metas: no permitas que a cada meta que cumplas, te cuestiones si verdaderamente te mereces ese éxito. No caigas en el síndrome del impostor.

Quizá termines por codearte con personas a quienes ves más grandes que tú o tu empresa llegue a ser ampliamente reconocida, pero no debes hacerte menos: el lugar que tienes es producto de tu esfuerzo, así que lo mereces. 

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.